
La presa, construida entre 1953 y 1957, tiene como medida de seguridad extrema un sumidero enorme de hormigón que se pone en funcionamiento cuando el nivel del agua alcanza el límite razonable del Lago Berryessa. Así previene las inundaciones que podrían ser devastadoras para los alrededores. Este es el agujero más grande del mundo con estas características y rara vez este "fenómeno" puede ser observado en acción; de ahí la peculiaridad de la fotografía que ilustra la nota.
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